dreams burn but, in ashes, are gold.



martes

salí para ver el día

salí para ver
si llovía
y me encontré
con que el cielo
ya no era un cielo.
abrí los brazos
y sentí
cómo el agua
acababa conmigo.
las gotas sutiles
respiraban
en los charcos;
la mañana no existía
y ni nosotros,
lo sabíamos.
o acaso podíamos
mirarnos reflejados
en aquel gesto
de cariño
mojado
intrauterino.
ya no intento
o intentaría
conocer el agua.
ya sé que es
celeste,
profunda,
oscura.
ya no intento
descorrer el manto
de tu corazón
celeste,
ya sé que es
como el cósmos,
la lluvia,
el paso lento.
el camino vanguardista
por el que nadie camina
es ahora el gesto
ilusorio por el que
me gustaría saber más,
como por ejemplo
dónde dormís ahora,
transcurrís el tiempo,
te escurrís en vano.
o por ejemplo,
cómo sabe la lluvia,
es decir, el sabor,
el presente discontínuo
el tiempo que corre
y que a veces
imitamos.
salí para ver el día,
que ya no estaba, pero
de pronto salió
el sol y entonces
se desgarraron mis letras.