dreams burn but, in ashes, are gold.



viernes

los perros ladran

los perros ladran
bajo la luna vieja
todos cegados
de angustia.
pero la luna vieja
se esconde y
ya no puedo mirarla:
sería tan fuerte
el resplandor en mí.
caminando por
la calle angosta
de las emociones,
me choco en las
paredes y rebrotan
de mi alma:
sentimientos,
solamente sentimientos
que se encuentran.
la luna del perro,
y el perro viejo,
le ladran a
mi corazón oculto.

lunes

romanticismo

me pregunto,
porque puedo,
dónde está tu ropa blanca,
tu ropa fina, de gasa
del tiempo,
tu cuerpo delgado,
de amor olvidado,
porque puedo
y el mundo está hoy
de esta parte de la orilla
lo sagrado ya no es algo
que me separe
de tu encuentro.
estamos juntos en el bosque de cerezos, sus cortezas son de magia, riendo el tiempo se hace agua, que nos limpia y nos proyecta. yo soy uno de los árboles y renazco de las fauces de la tierra, que sagrada y de colores nos bendice. reencontré mi lazo con el mundo, a través de la música y tu viento, la palabra y el camino. no hay compartimientos sólo aguas que se ensanchan, no tengo más que amor para escribir en tus estelas, no hay más que fuerza; sólo creo en el ciruelo y en la voz de sus capullos y rebrotes, en su música y la mística y lo verde, de tu abrazo profundo surge lo belle y quieto del entorno, es que no hay nada más que entorno, amplio y blanco, tan cercano a la muerte, parecido a lo esperado. voy a ser sólo un brote lila del cerezo del japón, sólo un rebrote, sólo un hálito de bella espera acobijado por la dulce estación de la pureza.

viernes

era posible pintarme en acuarelas

era posible pintarme
en acuarelas
como si hubiera sido
un mar cantando romances
deleitando a los marinos
y a los grandes barcos,
sus sirenas escondidas.
podrías pintarme
como si fuera de tokyo,
no tendría problema
en moverme despacio
y estilizar la mirada
entretejiendo las aguas.
podríamos cantar romance,
de ryuichi sakamoto,
y reírnos todo el día
dando vueltas por la plaza
sería lindo

como si fuéramos los dos
a olvidarnos de lo malo.

llueve y veo

llueve y veo
al Masaccio por mi ventana,
una trinidad, como tantas otras,
decididamente irreconciliable.

sigo tu consejo y tu palabra

sigo tu consejo y tu palabra
canto siempre y
con proyectos al futuro;
sigo por la línea de tu
estela
voy a poder, con el tiempo,
recorrer el fondo
del océano pacífico.
creo en tus vestigios
y predigo:
"verano era la época
para vivir en
estos árboles"
¡sólo recuerdo
a tus ecos que resuenan!
sigo tu consejo
y tu palabra
sigo cantando y con
proyectos al futuro.

haiku en noviembre

algo quedará
nuestro
en esos días.

me miró fumando y fue sólo un momento

me miró fumando
y fue sólo un momento
esquivé la mirada,
observé sus arrugas
y sus lentes,
observé su saco,
lustroso, un poco añejado
como el vino que
solíamos tomar
cuando vivíamos en
la misma esquina-
ese hombre conocía
toda mi vida y fumando
esquivé su mirada,
omití el encuentro
y la palabra
cerré la puerta y con dolor
ese hombre y esas manos

eran los días
de los días olvidados.

martes

cinematografía

luego de comprar frutas y verduras/
(manzanas, zapallos y bananas)/
caminé a lo del abuelo/
sólo para saludarlo/
Apenás oyó el timbre/
asomó hacia la ventana/
y, al verme, sonrió y profirió/
una palabra de alegría/
¡tres días hacía
que no nos cruzábamos!
Por el pasillo angosto/
y rodeado de malvones/
me confesó que la cocina/
estaba recién equipada/
esperábanme sconcitos/
budincitos y masitas/
just readymade por Máxima/
cocinera aprendiz/
de la familia/
Me ofreció café;
me senté y en la ventana/
sin hablar:
nunca hablo con mi abuelo/
solamente se trata del encuentro/
c/u entretejiéndose en su mundo.
me habló acerca de un frasco/
de vidrio que guardaba/
hacía más de 24 años
luego
cortó las berenjenas recién hechas/
/una a una/
las colocó
prolijamente en el interior de la reliquia.
llovía con sol o mejor llovió/
la lluvia con sol no es un fenómeno/
que uno quiera que perdure/
transcurrieron los momentos tibios/
luego me despedí/
y antes de irme,
me regaló caramelos de miel.

miércoles

fina ropa blanca o poema con tristeza

tocaba el piano y cantaba
mozart, prokofiev y ravel
nada queda,
sólo su voz


la única elsa que me importa
está muerta.
tocaba el piano,
tomaba mate,
me llamaba en diminutivo y
tenía dos tías,
de nombres que desconozco.
Enterraron su antigua casa,
la misma de siempre,
bajo el golpe fuerte
de la gran ciudad,
la enterraron y
me pregunto,
porque puedo,
en qué parte del mundo
estará ahora:
si en la tierra o
en lo alto si
en la música,
que hay en nosotros,
si en el piano y su madera.
pero ¿qué te digo, elsa?
un instante de llanto,
junto a bach,
no te repone de la muerte
¿qué te digo? no voy a mentirte
vivo en un lugar
quizás muy árido;
los días vuelan como estrellas,
no nos dejan intersticios para
detenerse y
escuchar tu voz,
que vuelve a ser
la que era otrora,
tu voz que se escapa
y tu mano pequeña que
se pierde:
una nota
aguda,
finísima,
muy blanca,
sin
sustain, más
que el eco infinito,
insistente,
de quienes pugnan por
ser recordados.

variación del 19th century

soy joven
y puedo mirarte y sonreír
darte todo mi amor
al oír el preludio cinco
nadie entiende lo que digo
Mari me mira
escéptica
sólo Chopin
en la nocturnidad de su tarde
supo lo que era la calma.
Entre flores, nocturnos, cascabios, amores y flautas,
danzamos y entonces la noche sigue viva. Y el amor infinito
de ser joven y de no conocer la muerte, ese
movimiento paralelo de los mundos.
caminar
sobre pastos y almohadones
entre flores y silvestres
entre fuentes verdes
de agua con
sus peces coloridos
En un bosque de camelias (si tan sólo comprendieras)
mi amor bucólico que
sólo existe en las palabras,
Luxemburgo, mi jardín nocturno,
era yo la diosa-estrella, quien tocaba
al ciervo que amainaba nuestros pasos, no
nos despierten! primavera, estaciones, mucho amor en el
crescendo, allegro en el salón de Polonia, en el
museo de animales, de la música que vive. Si vos
sabés que yo te extraño, y sí dudé, como duda
el final de nuestro encuentro, dudó como
si llamara a los aires blues de este
pasaje, este balcón tan dulce sólo de
notas musicales.
habrá manera de expresar exacto?
habrán sentido lo que yo en esa tarde fría
de siglos acabados?
habrán llorado, sí, lo creo, de alegría y emoción al
escucharlo.
habrán sentido los más duros, el poder de
lo invisible. habrán querido mirarte,
porque sí, eran jóvenes y decirte en el
preludio 5, todo eso, lo que ya sentían.

viernes

haiku en octubre

Era como salirse de una misma,
comprender tokyo,
escabullirse de la lluvia.

martes

fragmentos de una vida y en el instante de gracia

fragmentos de una vida

y en el instante de gracia,
nos conocimos
mientras guitarras sonaban
profundas disonantes y
mis elecciones no son más
que azarosas
puedo elegir la palabra
Mundo
y referirme a las ninfas
escondidas por debajo de
La tierra, mundo
y encontrar en la esperanza
un pequeño grillo,
lo único que aleja
del sopor de las ciudades
¡mundo! entre sonidos
Urbanos, era sólo cuestión
de levantar la cabeza
y mirar más allá del cósmos
mirar sin entender muy bien
esa música, era cuestión de hablar
con las ninfas
que se esconden en el agua

haiku en septiembre

haciendo mímicas,
como si un herboriscopio
fuera el mundo.

pneuma o alma

una sola cosa no podía faltar
en la noche de la luna
su corazón lo había perdido
ya en el eclipse de otoño
hace algunos milenios,
cuando el cósmos no era más
que blanco
una sola cosa
debía encontrar para cumplir
con el ritual preestablecido
por el tiempo, los usos
las costumbres de la vía
láctea
una y nada más que una
-indecible-
lo mismo que debo encontrar
por estos días
antes de que el mundo
sea angosto.

el génesis

Creo que perdió sus manos tocando el mundo. Le pidió que esperara, que lo esperaran; siguieron avanzando a las colinas celestevioláceas. Si alguien deteníase a observar el camino, el mundo continuaba. Vivían para eso y morían en la paradoja; construían paralelos infinitos de preguntas; se inspiraban con palabras. El contenido que desborda la palabra, la palabra que desborda el sentimiento, la emoción que se disuelve en el granizo. Si tomaban su mano suave, el mundo cordial se abría como una estela, una constelación de paraísos; entonces continuaban en la lucha y volvían a vivir entusiasmados, con música o sin ella. Aferrábanse los días a las cosas y las cosas a la tierra porque ellos lo arrasaban todo: las letras, los colores, las albahacas. Creo que por esos días fue creado el hombre; y con él, su tristeza más profunda.

manifiesto lindista


la música como agua
el mar como palabra
los ojos como puentes
los peces como amigos
las manos como cielos
los días como cantos
la luna como asiento
el balcón como esperanza

la vida como bello hálito.

problema

el problema de la escritura
tan sabidamente retraída
es ella misma:
la imposibilidad de conexión
más allá del piano, la esquina,
no exorcizar la emoción
del ave, cuando lee los poemas;
la distancia indecible
entre los ríos y las letras.
Y ya se ve que es imposible; solsticio.


me encantaría constru
ir pasillos tenues
donde pudiéramos
la luna mi amiga
escondernos en la hora
peligrosa, cuando truene
el horizonte un poco solo
de tantas manos,
con líneas lentas que se extienden.
yo estaba hecha por
una ilación de palabras
ríos, colores, infinitos
y mi madre, sí, la madre,
campito silvestre
líneas y líneas.
extendiendo hacia la luna,
mi amiga, profunda,
peligrosa, cuando suene la hora,
no voy a saber dónde decirme,
no voy a saber
qué canción elegir
para oír con el ocaso-

domingo

encuentro

una cometa,
es decir,
un cuerpo celeste,
vino a posarse en mi cama.
una cometa es decir
un cometo de ojos
pequeños,
que no encontraba
lugar en el mundo
vino a expandir
sus verdes manteles
en un picnic
nunca planeado,
es decir,
el cielo,
es decir,
lo que nadie, nunca,
mira.
mánteles de seda
mánteles con música,
nadie los mira,
somos sólo el
cometo,
el cometa y yo.

martes

Segundo

El ladrillo es más lindo cuando llueve, y un conejo que pasa por ahí-abajito, corriendo. ¡Cuidado! nadie vaya a comerlo: es el dios de lo suave y sabe más que los árboles de sus raíces y del cielo.
Ni siquiera ese señor que está llorando porque cayó la bolsa, o incluso ese joven enamorado de la naturaleza, comprenden lo que este conejo -camafeo su dulcinea, floragua verde, vestidito a rayas-: que la felicidad es un tecito de menta, un otoño en pijamas, dos manos que se encuentran.
Coneji, fuentecita, lindo a veces, me gusta así .

La Severa se despierta

LA SEVERA SE DESPIERTA 6 AM

La Severa se despierta. 6 am. Los horarios del convento son muy apretados, las hermanas superioras la observan cuando está como dubitativa; hay tardes en que quizás sentada al pie de una ventana, luego de haber realizado las tareas sacramentales, reposa en la nada, con una mirada perdida y hasta un poco fatalista, como si intentara escapar de un sueño terrorífico. Por eso las hermanas saben que a La Severa nadie le exige en demasía, saben del horror de sus vivencias, de la cuestión del Innombrable, del gaucho violador, del gaucho endiablado al que Dios no le mira los ojos. Saben y por pudor suelen no hablarle, ni siquiera le ofrecen agua, dejan que la pobrecita se la sirva sola. Ahora bien, La Severa sufre. No sólo del miedo profundo, ese miedo riojano y lleno de polvo, ese impotente, sino también de una soledad, profunda e incómoda. No hay familiares, ni un gaucho amigo, ni una monja que le relate alguna historia pequeña para alegrarse la tarde fría de convento. Al convento tuvo que ir forzada, huyendo de la mano fastuosa y abrasadora del Tigre. De esa boca que mata, de esos dientes filosos. ¡incluso de higos envenenados! Ay la pobrecita, La Severa. Y nadie la convida siquiera con agua: “esa es La Severa o así le dicen. Huyó del Facundo. La han violado, ultrajado. La pobre no tiene familia y está sola como un perro. Solo el niño jesús puede darle una manito y aquí, en el convento, la madre superiora ha decidido hacer la vista gorda con todo eso de la virtú robada y darle un espacio, si bien pequeño, en los cuartos del fondo”.

AZUCENA VILLAFAÑE ERA UNA MUJER

Azucena Villafañe era una mujer que soñaba con conocer el océano Pacífico, el baile de salón francés; ansiaba enamorarse de un hombre correcto y enamoradizo, inteligente y refinado, musical y sensible. Cuando nadie la veía, solía acostarse debajo de la higuera y cantaba vidalas y carnavalitos que una vieja del monte le había enseñado. Tenía las manos suaves y delicadas; sus facciones recordaban un aire europeo que siempre la había enorgullecido. El polvo de La Rioja nunca le había llegado al alma y en su cuaderno amarillo anotaba frases de otros que le placían o versos de amor que inventaba.

ROMPIÓ LA PUERTA BLANCA DE UNA PATADA

Rompió la puerta blanca de una patada y se dirigió con paso firme al cuarto de la madre superiora. “Que las saquen a todas”. No hizo falta que gritara; la mujer temblando pidió un vaso de agua para el General y rápidamente dio la orden de que todas las muchachas se pusieran en fila en la puerta del claustro. Cuando la hermana Francisca preguntó qué ocurría, los ojos de la monja se abrieron demasiado y la joven salió despedida de la habitación.
El rumoreo temeroso y femenino se hacía cada vez más fuerte en los pasillos del convento, y el paso firme y apretado se dirigía ahora hacia el patio con aire socarrón. Una vez acomodadas las muchachas celestiales, Facundo palmeó a una en el muslo y en un compás marcado entre la risa y el sonido del taco de sus botas contra el suelo seco, miró detenidamente a cada una de las hermanas, ahora blancas por el miedo, como quien busca a su presa a través del olfato. En la décima joven se detuvo, y le hubiera tocado la mejilla con el dedo, si la muchacha no se hubiera desplomado contra el piso al acercársele.

HACIA EL BAILE DE SALÓN, “C’EST LA FRANCE”

Hacia el baile de salón, “C’est la France” rezaban los carteles de las calles parisinas. Desde el trote sobresaltado y lento de la galera llegó a leer en un cartel una línea en francés que le pareció bonita; sacó su cuaderno amarillo y se dedicó a escribirla, mejor dicho a re-escribirla porque la había visto rápido y quizás ya la olvidaba.

miércoles

teoría de la comunicación

nada, hay dos pájaros
que charlan,
sostenidos en ramitas,
que se caen
en cualquier momento;
uno extienda la mano
mientras el otro la toma
y los dos se balancean
en la hamaca de palabras.
las ramas se hacen fuertes
y los pájaros se vuelan
ampliando los sonidos,
que florecen con la aurora.

che bello sei, cummings

che bello sei,
cummings,
entre los pastos muy verdes
de aquello que llaman
harvard
y pareciera ser
la gloria y la cumbre
del saber, palabras.
che bello sei, caro!
sai come dire cose
que mis estructuras
no me permiten
que a la coraza de aire
que envuelve mi vida
le cuesta franquear
de aves
las nubes.
e e tu mundo de es
y de falta de comas
de nombres
y de i, es decir,
del yo mismo ma minimizado,
de mujeres que en éxtasis
leían tus versos
sucumbiendo en sus blancos
castillos de américa.
y antes, allá,
entre prostitutas y
nurses, recompusiste
tus letras aprendiendo francés,

¿sabrías mi lengua? non credo ma
bello sei, cummings,
bello sapere che sei.

tu cuerpo pentatónico

tu cuerpo pentatónico
de notas que desconozco
es el misterio más perfecto
en que me hundo
y se hunde el mundo.
porque eso es todo:
nos hundimos
en cantos bucólicos
de amor rosado
de nada inefable, de eso
que eres tú
y que es lo pentafónico
de tu ser pequeño y ven que
te hundes conmigo, te
hundís, porque sos vos
y ningún otro.

la escala pentatónica

cualquiera podría,
con libre albedrío,
sumergirse en la belleza
de la escala pentatónica.
la escala más hermosa
que la vida haya creado.
al que quiera, yo le pido:
sumergidse!
en las notas musicales
que tocan lo profundo,
la pregunta del filósofo.

martes

mañana solidaria en av. Belgrano

probabilidad de lluvias aisladas
sobre el manto tenue,
imperceptible de la gran ciudad.
-“probabilidad de lluvias aisladas
sobre el asfalto negro
de la calle Belgrano”-
probabilidad de aislamiento
debido a las lluvias
y al concepto de anomia,
según e. durkheim.
probabilidad: llantos solos
desde tu alma negra,
la calle Belgrano.
probabilidad de muchas, tantas cosas,
y aunque los sociólogos lo nieguen,
probabilidad de fuerte y silencioso lazo social
con el señor al que observo
tomar su café en la mesa de siempre,
(esa que linda con la ventana)
probabilidad última y
quizás certera
hubo llovizna pero no así lazo;
la ventana vacía,
casi imperceptible.

armoní

aprende la canción
de la mañana
campestre, de frío,
etérea y palpable
y todo era hermoso
¡hemos sido hermosos!
de la mañana nacimos
celestes del campo,
entre arroz y florcitas,
cuando la noche voló,
toda ella,
hacia este confín
de sueños:
from the morning, o so beautiful

w.b.

mi cabeza es como un planeta,
une constelaciones de palabras
tan redonda como un sol,
ata manos a los versos y
se escapan en palomas!
ah, los mensajes, palomas
que vienen desde birmingham,
o no! desde casa,
acá, esta esquina de árbol.
la paloma constela mensajes
ilumina mi
cabeza
que se abre como:
puertas.

Me dirijo al infinito,
o mejor:
hacia Barracas.

viernes

silenciaste mi gesto

silenciaste mi gesto,
yo miraba la luna.
absorta
sin miedo,
cerrando ventanas.
desapareciste
cantando;
te esperé
oyendo,
el pasar de
los hombres.
pero mi gesto
se hizo sonoro..
y caminó el día
(y la noche renació,
sin decir palabra)
.
desapareciste,
lo confirma el ruiseñor,
aquel que todo lo calma.
desapareciste:
y no sé si soy ahora

como una ventana
o como una tristeza.

sábado

todo lo inexorable del mundo,
las ondulaciones del árbol.

jueves

hemos sido armonía,
nada más que un abrazo.

martes

necesitaste acariciar
los cáctus; lo sé.

domingo

che, la ciudad está ahí,
atrás tuyo.

martes

salí para ver el día

salí para ver
si llovía
y me encontré
con que el cielo
ya no era un cielo.
abrí los brazos
y sentí
cómo el agua
acababa conmigo.
las gotas sutiles
respiraban
en los charcos;
la mañana no existía
y ni nosotros,
lo sabíamos.
o acaso podíamos
mirarnos reflejados
en aquel gesto
de cariño
mojado
intrauterino.
ya no intento
o intentaría
conocer el agua.
ya sé que es
celeste,
profunda,
oscura.
ya no intento
descorrer el manto
de tu corazón
celeste,
ya sé que es
como el cósmos,
la lluvia,
el paso lento.
el camino vanguardista
por el que nadie camina
es ahora el gesto
ilusorio por el que
me gustaría saber más,
como por ejemplo
dónde dormís ahora,
transcurrís el tiempo,
te escurrís en vano.
o por ejemplo,
cómo sabe la lluvia,
es decir, el sabor,
el presente discontínuo
el tiempo que corre
y que a veces
imitamos.
salí para ver el día,
que ya no estaba, pero
de pronto salió
el sol y entonces
se desgarraron mis letras.

viernes

pero una luna

pero una luna tan grande
como esa
¿dónde más la vería?
¿dónde más que en aquel lugar
en que todos me aguardaban?
Tan redonda y amarilla.
Dónde más?
o moon
in your morning elegance.
aquello que nadie sabe
y resta oculto
es la cabina cósmica,
tan pequeña y amarilla.
(naranja podría añadir)
¿y ese café,
ahí, en la cabina,
no era acaso té?
It is important
not to end,
not to say.
El misterio del
cósmos revelado
en un redondel/pequeño
cuenco.
y quizás era eso
lo que el mundo esperaba:
una verdad
muy pequeña
amarilla
oculta en lo alto,
dispuesta a permanecer
en sombras,
para sostener
al mundo mismo.

lista de tareas

voy a tocar la trompeta
y a aprender alemán.
voy a recordar,
como es debido,
a sanmartíndelosandes
(sin la nieve, sin vos).
voy a detener el tiempo
(que se encuentra en Suiza)
y a tocar al pez,
diagramando sus colores.
voy a dudar del amor,
como es debido,
y a recordar los aromas
que impolutos e inocentes
me aguardaron
todos estos años
(diez).

entonces voy a saber
la música
siempre estuvo ahí,
acá. la música está
de mi lado-
siempre está la música.

el agua me esperaba

El agua me esperaba
con su canto de espuma
dibujando caminos
perpetuando las ondas
verdes, marinas, florales.
El agua me esperaba
para mojar mi vestido,
sus bordes finos de gasa,
que riman con sus olas
y son parte de este cielo,
redondo, amplio, tranquilo.
El agua me esperaba
la gran comunión
de mis pies con su arena,
y la caracola pequeña,
que es la gaviota en la brisa.
El agua me esperaba
siempre estanca, en movimientos
pausados, constantes, eternos,
como los días, la gasa,
lo verde.
¡El agua me esperaba!

haiku americano

It has rained
all over miami city;
I too have rained.
indonesia
los niños
las cuerdas
¿dónde estará
mi cuaderno?
no,
no estabas
escribiendo poesía,
sólo mirabas
las ventanas
sus pasadizos
pequeños,
su música
de vidrio
(solo
dibujabas
con una sola mano,
jugando con papel)
indonesia,
la música es
tan linda
y el lugar está
tan lejos.
si me alcanzaran
las letras,
expresiones
de los ojos
para explicarte
¡qué bien!
pero tampoco estás
así que tendría
que salir a buscarte
en Indonesia
allá,
en tu mundo de
abuelos, de café
caliente, de
sonrisas frescas.
(te extraño)
oh emblema/enigma/espejo!
misterioso fruto
es el nuevo día
la cereza
que esperabas,
el amor del dramaturgo
cuando el cielo
oscuro era
(una pesada,
muy pesada caída)
oh enigma!

MiMO

una cajita de música
que se abre a una
delicadamente,
repentinamente,
en el día soleado, frío
una casa alta,
rodeada de puentes,
paisajes vastos,
mañanas lindas
una idea, dos ideas, tres ideas
pisando la arena,
etérea y fría
para contarle a una
(lo claro que es el mar
en verano;
lo poco que es el mundo
conocido)
una música,
definitivamente una música
contemplativa, que actúa
y acompaña,
tranquila,
concreta
¡entonces entro, canto, hablo!
y es extender la mano
a la luz
al amor
al pensamiento
(que, con esperanza,
detendrá la catástrofe)

entonces digo:
la música siempre está,
junto a la idea,
en esta casa.
so then i say:
Doy gracias; está la música-
y es probable que si grite
me transforme en canto.

en América

en América
las señoras con sombreros
se saludan cuando pasan
¡con las manos, los paraguas!
y lentos movimientos
de seda
las envuelven,
en el aura del día.
they smile
regalando libros
al aire-
y está bien así,
el mundo y
sus rotaciones celestes
no son un problema
para ellas.

existe julio

"una chinita
que envía poemas"
(little chinese girl)
"un niño
jugando al piano"
(le petit piano)
"un sol que parece
aún brillar"
(it's the sun in my mouth)
"pero existe julio"
y no es el mes,
es una vida.

castello

¡ahí va tomás, en un castillo!
rojo, antiguo, de fuego-
quería otro nombre
quizás, baltazar
pero ahora camina
bajo este destino.
¡ahí van los hombres
sus grandes corazas
de hierro antiguo,
muy frío.
mientras tanto,
el castillo espera
(no sé si irlanda, escocia)
es probable que esté
esperando el tiempo en que
el silencio
antiguo, oscuro, de hierro,
lo abandone por completo.

estoy en la cocina

estoy en la cocina
y hay olor a verduritas
me gusta estar así
en esta cocina
rodeada de abuelos,
riendo con ellos y
apreciando el pequeño momento-
observando cómo aprenden
cómo yo los aprehendo.
¡me gustan las cocinas, los abuelos!
cómo ofrece el quesito mi abuela
cómo la música les es indiferente-

todo cierra

es lindo acá:
es un estancamiento
tan apacible para el alma!

lunes

and it's definitely raining colors of the sea!

reelerías el poema
lo se,
contarías hasta 4
y el pez amarillo/
cantaría también
es verdad! hay belleza
en el mundo. al menos
en fragmentos/
en cajitas musicales/
en peceras, las tortugas. porque
la buena noticia fue
contemplada el otro día:
la memoria de los peces
sólo dura tres segundos.

martes

she really care about the moon

a ella sí le importa la luna
y corre a observarla
-los antifaces puestos-.
en la noche de lúnula,
marte está cercano
pero ya no siente miedo,
porque el miedo es obsoleto.


desde la luna
nos miran
caminar despacio
sostener el aire
abrir persianas
persianas inútiles,
si "mayestáticamente".
pero el tiempo
en la luna
es un estanque sutil
entonces si miran
no saben
de la conservación
de momentos
o en otras palabras,
que nos diluimos concientes
en el calor de las horas.

piazza della signoria

¡ci sono tante cose belle!
incluso arcos de colores
que flotan en el aire
además del frío,
de las esculturas,
de la felicidad consciente.

una frase real

“no sé qué más sentir para creer lo que estoy viendo”

las palabras

despertándonos
así me imagino el comienzo del cuento
de la ficción in-creíble
del vaivén de los días.
mientras yo me despierto
vos vas cayendo:
nos encontramos
en las palabras.

(perfil derecho)

estoy sentada atrás
pequeña
ínfima
oscura
de la blancura más
real
pura
cierta
que vi jamás en mi vida.

a la nochecita

la luna está en media
y el calor es pronto de verano.
todas vestidas de seda,
las muchachas danzan
al son de la ciudad de noche.
porque siempre ha sido eso:
una ciudad nocturna,
plagada de éxtasis,
de estrellas intocables.

miércoles

el aura

nos mudaríamos al bosque
y mudaríamos la piel
se leerían los cuentos
de piratas
cazadores
sirenitas.
el día se abriría como
una mano,
el clímax sería animalejo
y el paisaje, dibujado,
rompería nuestras cosas.
el problema
es el gatillo,
que sería presionado,
y no sé si hay retorno
una vez ocurrido el hecho;
porque lo cierto
es que es muy conflictivo
el tema de la palabra.

las casualidades

Cuando ocurren las casualidades suelo tener la imperiosa necesidad de nombrarlas, explicitarlas, hacerlas materia frente al que las comparte conmigo.
Sin embargo aquella tarde no fue necesario.
La casualidad fue tan hermosa que lo intangible se hizo táctil dentro mío. Los ojos entonces reflejaron lo mágico del momento, las manos se acurrucaron tímidas contra la espalda y las piernas se estancaron firmes contra el suelo, ningún signo de movimiento. Supe que el fatal interlocutor o compartidordecasualidadfortuito lo había notado. Pude al menos esbozar una sonrisa intentando transmitir, desde lo profundo, lo preciado de mi éxtasis minimalista.

poemi

¡cómo pasa el tiempo por entre tus pies chiquitos!
chiquito
que camina en ralentí
hacia el sol
hacia mí
hasta el mar.

dónde estás, juanele

-mujeres envueltas en sedas
muy lisas, muy suaves
mujeres de músicas,
de tinta negra
no sé si son pájaros
o sombras.
-valsecitos muy claros
colorean de amor
los puentes
mis manos,
mis vestidos.
-mujeres de alba
marinas
de almas de arena,
mujeres doradas.
-madres con ojos violetas
el color que se desprende
de sus palabras,
sus constelaciones
pequeñas.
-las pinturas
de otro otoño
se despliegan suavemente,
lisamente por las telas,
pero en días que no llegan a ser-