dreams burn but, in ashes, are gold.



jueves

cualquier explicación

cualquier
explicación,
a la espera
de la lógica,
cae en vano
como vos y
como yo,
como pedirle
a una pera
que no caiga
de los
olmos.

la edad

la edad
de las personas
se delata en
sólo dos cosas:
sus manos,
su poesía.

london

casi muere
una tarde
en londres
cundo decidió
ir a buscar
menta abajo:
Nada más
romántico/
nada más
atinado,
que tu casi/muerte
hubiera podido
ser escrita
en esas tres coordenadas
-londres, menta, tarde-
Y nada más absurdo:
el poder
/no/ haberte conocido;
escribir un poema
sobre el hecho
que nos hubiera
separado,
de infinitas maneras.

esto

esto es muy simple:
es el instante
en que uno
corre la cara
para no ver
a ese algo,
al costado del camino,
probablemente
un perro muerto,
un gato, el
corazón de un
transeúnte,
al que dejaron,
un día.
muy simple:
como evitar la
tragedia,
con la conciencia
despierta,
como esperar,
cual chacal,
no ser mojado
por el agua.
no ser mirado,
jamás,
por el amor
de Dios Eterno.

te di un abrazo y con el bb entre las manos/

te di un abrazo
y con el bb
entre las manos/
es mi época
te digo y no tendría
intenciones, de escribir
un arte poética, porque
arte, es femenino?
no sé,
tomar té de durazno
con vos,
qué más puedo decir?
quise escribir
mi último examen
final
con la palabra
Redención
pero no pude:
Representar fue
mi último veredicto.

escribo porque es el momento.

Escribo porque es el momento de develar las verdades. Eso de que el mundo sea incierto es terrible; o que continúe sin mí, es lo mismo. Pero lo cierto es que este libro muere conmigo.

como me dijo
una tarde un día
de lluvia
un amigo:
/yo nunca pienso
lo que escribo,
de lo contrario,
sería terrible./
pero yo sí,
hoy,
al menos,
escribo
lo que pienso,

porque no
pienso más
que en vías
sin trenes,
que en calles
con basura,
que en
poesía
abandonada.