dreams burn but, in ashes, are gold.



martes

el génesis

Creo que perdió sus manos tocando el mundo. Le pidió que esperara, que lo esperaran; siguieron avanzando a las colinas celestevioláceas. Si alguien deteníase a observar el camino, el mundo continuaba. Vivían para eso y morían en la paradoja; construían paralelos infinitos de preguntas; se inspiraban con palabras. El contenido que desborda la palabra, la palabra que desborda el sentimiento, la emoción que se disuelve en el granizo. Si tomaban su mano suave, el mundo cordial se abría como una estela, una constelación de paraísos; entonces continuaban en la lucha y volvían a vivir entusiasmados, con música o sin ella. Aferrábanse los días a las cosas y las cosas a la tierra porque ellos lo arrasaban todo: las letras, los colores, las albahacas. Creo que por esos días fue creado el hombre; y con él, su tristeza más profunda.

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